Deberemos jugar el encantamiento más barato, el Bombardero Trasgo (Goblin Bombardment), primero. Con él podremos sacrificar una criatura para hacer 1 punto de daño. Algo pequeño, de aparente poco alcance...
El encantamiento blanco, la Renovación Perenne (Enduring Renewal), es una carta complicada: tendremos que jugar con la mano descubierta. Si robamos una carta de criatura, directamente tendremos que descartarla. Y cuando una criatura nuestra vaya al cementerio desde el juego, la podremos llevar directamente de nuevo a nuestra mano.
El combo toma sentido con una criatura de coste de invocación 0 (hay algunas criaturas artefacto así) que ya tengamos en juego (importante). La sacrificamos, punto de daño (por el Bombardero), va al cementerio, la llevamos a la mano de nuevo (por la Renovación), la jugamos con coste 0, la sacrificamos de nuevo, va al cementerio y vuelve a la mano, la sacrificamos... Y así ¡hasta el infinito!